
Vaya por detrás que no sé un carajo sobre
pesca, y no alcanzo a entender por qué es tan importante el mar territorial que
salpica los casi siete kilómetros de superficie que forman Gibraltar. ¿Qué pasa,
que al pescao también le da por sacar
tabaco?
En cualquier caso, eso no quita para que den risa las razones de las
autoridades locales ―si es que se dice así― acerca del perjuicio ecológico que
los pesqueros gaditanos hacen al litoral; un territorio que, no hace tanto,
tuvo el dudoso honor de ser el “sitio” con mayores emisiones de dióxido de
carbono del mundo. Maravilloso.
Lo cierto es que el objeto de la polémica
poco tiene que ver con mis apreciaciones personales o con la falta de frescura
de ciertos politicuchos ―consuela ver que no sólo ocurre en suelo español―,
sino que es una cuestión meramente jurídica;
de derecho internacional, por un lado, y en virtud de un convenio entre
estados soberanos, por otro.
Los británicos se acogen el Tratado del Mar que rige en derecho internacional acerca de la soberanía
del mar territorial aprobado en Ginebra en 1958, donde, efectivamente, ellos
tienen soberanía sobre las 12 millas que bañan su litoral. Y aquí viene el PERO.
Artículo 12.1 de dicho tratado:
«Cuando
las costas de dos Estados se hallen situadas frente a frente o sean adyacentes,
ninguno de dichos Estados tendrá derecho, salvo
mutuo acuerdo en contrario, a extender su mar territorial más allá de una
línea media determinada de forma tal que todos sus puntos sean equidistantes de
los puntos más próximos de las líneas de base a partir de las cuales se mide al
achura del mar territorial de cada uno de esos Estados. No obstante, la
disposición de este párrafo no será
aplicable cuando, por la existencia de derechos
históricos o por otras circunstancias especiales, sea necesario delimitar
el mar territorial de ambos Estados en otra forma.»
Es aquí donde entra en juego el Tratado de
Utrech de 1713. Por supuesto, no voy a ponerme en plan historiador de la wiki,
el que quiera saber más que vea la película, que seguro que la hay; pero en ese
tratado ―los hay más antiguos e igual de vigentes― se dice que la Royal Crown y demás familia tiene la
entera propiedad de la ciudad, de los castillos y del puerto; punto. O sea, que
del mar territorial no dice ni mu. Así que hubieran estado más listos los
validos británicos o se hubieran grabado Ley
y Orden o lo que sea; pero que se jodan.
Es decir, que la ley de derecho internacional
dice que sí, siempre y cuando no; que es el caso que nos ocupa. Un acuerdo entre
los dos países, pero no cualquier acuerdo. Es, ni más ni menos, el acuerdo al
que se acoge el Reino Unido para decir que Gibraltar is not Spain; por lo que, si no lo reconocen como vigente, ya se
pueden ir largando de territorio español; y si es al contrario, ya pueden ir
empezando a dejar de tocar los cojones, que
está la cosa muy mala y los pescadores se tienen que buscar la vida.
Nulli expugnabilis
hosti, reza en
latín el lema de la colonia. Curiosamente, lo mismo que dicen los pescadores.
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