Le ha faltado tiempo. Fernández Díaz,
Ministro de Interior Bruto, con un par. Lo normal sería realizar unas
declaraciones pidiendo prudencia y dejar
trabajar a la Justicia para esclarecer los hechos con respecto al caso
José y Ruth; transmitir sus mejores deseos a la familia de los niños en espera
de que todo se resuelva lo más pronto posible; y, por supuesto, dejar claro que se investigará toda presunta
negligencia relacionada con el caso. Punto. Ya habrá tiempo de matizar.
Pues no; el buen señor lo que decide dejar
bien claro es que no tiene intención de depurar responsabilidades, sin tener ni
puta idea de cuáles son ni hasta dónde llegan esas responsabilidades; con lo
que demuestra empíricamente que para ser ministro no hacen falta más cualidades
que la de ser persona y mayor de edad, fisiológicamente hablando.